domingo, 3 de enero de 2016

personas que viven con vih


Muchos la conocen y la admiran, ella es tal vez...el  referente más importante para muchos; Siempre tiene la actitud para enfrentar la vida de manera positiva, lleva muchos años en esta batalla por la vida, pero su historia es una historia de luchas constantes, no solo por su pronto diagnostico del VIH, sino también por todo lo que tuvo que vivir desde muy niña, muchos hechos de violencia familiar marcaron su vida, ella vivía entre las peleas de sus padres y los abusos, fue abusada sexualmente a la edad de 3 años, para luego sufrir constantes abusos de gente que ella sentía que debían protegerla, y que muy por el contrario… hicieron de ella una persona que quería huir, huir y nunca jamás volver…
                                                Corre Maria... Corre..
Cuando  apenas  tenía 7 años, perdió a su hermana Yolanda, la cual fue asesinada brutalmente, ese hecho sumado a otros mas traumáticos la marcaron fuertemente; María solo espero cumplir 13 años para fugar de casa, tantos hechos de violencia y dolor solo podían  ocasionar que una niña que solo necesita amor y tranquilidad, busquen refugio en un lugar muy lejano a las personas que la lastiman… Un lugar muy lejos de casa.
María se refugió en una pandilla cuando cumplió 14 años, a esa edad sentía que debía disfrazar su feminidad, esa que para ella había sido culpable de tantos abusos, detestar ser mujer, detestar empezar a crecer y sentirse bella, porque eso sería ser vulnerable a mas abusos ¡NO! María no iba a sentirse débil una vez más… Sin embargo María hallo en esa pandilla una familia, era una pandilla muy peligrosa de la cual María era una miembro más, el líder de la pandilla se había enamorado de ella, había logrado hallar la mujer entre la ropa de marimacho según palabras explicitas de ella, pero lo que ella no sabía es que el estaba experimentando con drogas indovenosas, y que ella estaba siendo infectada del VIH a la edad de 16 años, una vez más el hombre en el que ella había confiado le estaba entregando el pasaporte a la muerte.
Los siguientes años son narrados por María de la siguiente manera:

Inconsciente de mi infección, continúe con mi ola de odio hacia mí misma, sobreviviendo lo mejor que podía mientras tenia episodios de depresión y pensamientos suicidas. A la edad de diecisiete años, nadie en el sistema de crianza fue capaz de manejarme. Fui devuelta a casa de mi madre, un lugar que yo había evitado deliberadamente durante muchos años. "No tenía más opciones, nadie me quería”. Mi madre tenía miedo de dejarme volver a su casa (ya mi padre no estaba ahí). Ella tenía miedo de la persona que me había convertido y que iba a ser una mala influencia para mi hermano menor, Alex…recuerdo escuchar la conversación en la puerta entre mi madre y los policías que me acompañaron a mi casa. Refiriéndose a cuando me convirtiese  legalmente en adulto, uno de los oficiales dijo: "Bótala para la mierda" porque no SIRVE PARA NADA…  las mismas palabras que usaba mi padre…
María había decidido cambiar su vida, ser un mejor ejemplo para su hermano, ella era un ser humano, y quería encontrar un rumbo, un norte, Se unió a Jobs Corps, como una esperanza para salir de ese agujero en el que se había metido, viajo a Kentucky emocionada.. Iba a estudiar y cambiar su vida, se reintegraría a la sociedad y borraría todo episodio que le había tocado vivir por culpa de esa falta atención, afecto y amor que padeció… Solo recordar las caricias de su madre cuando era pequeña, la lograban darle impulso para continuar con su cambio, la esperanza de volver a ser una niña y acostarse en su regazo.
Como en casi todos nuestros casos, la vida le jugaría una mala pasada a María, ahora que escribo esta pequeña reseña de la vida de María, me siento tan vulnerable como Madre, pienso y pido a Dios que me dé la oportunidad de estar atenta a todos los peligros que rodean a mi hija, para poder protegerla de ellos…
Durante su ingreso a Jobs Corps, María fue sometida a análisis de rutina, sin tener en cuenta que era portadora, se despreocupo de los resultados, y cuando fue a visitar la clínica por otros motivos, se encontró con un medico arisco, tosco e ignorante, que sin medir consecuencias, consecuencias en una personita de 17 años, con esperanza de cambio y de rehacer su vida que estaba hecha pedazos, le dice: USTED - TIENE - SIDA.
Es conocido para todos nosotros los portadores lo que hemos sentido cuando nos han dicho esas palabras… Usted que es una persona que no vive con este virus, no tiene la más mínima idea de lo terrorífico que puede ser escucharlas, peor aún, cuando son dichas con hostilidad como se las dijeron a María.
A esa chica de 17 años, simplemente el mundo se le desdibujo, el futuro también se le arrebato, no solo la niñez, para ella se le quitaba la posibilidad de ser profesional, casarse, tener hijos, simplemente se le quitaba la posibilidad de vivir…
María regreso a casa,  con su madre, su madre que nunca utilizo cloro para desinfectar su casa, ni los utensilios que María usaba, era el año 91, cuando había la más completa ignorancia sobre este virus, cuando tener VIH era sinónimo de ser homosexual, drogadicto o prostituta, su madre jamás la juzgo, al contrario María cuido y acompaño a sus abuelos cuando ellos mas necesitaban amor y ella también… ese simple hecho la renovó, le hizo olvidar sus depresiones…
María Mejía, es una gran activista, ella da la cara para que muchos se identifiquen con ella, el aporte de María es muy valioso, es una gran activista de la lucha contra el sida, y también es católica y muy creyente, y mucha gente valora el gran aporte que ella hace, pero también se ríe de la gente que se le acerca y le dice que opaca su gran labor con su orientación sexual, la gente es tan hipócrita…
María es muy feliz al lado de su compañera Lisa, con quien convive y es muy feliz, ha encontrado el amor y el respeto a su lado, voluntaria de la Cruz Roja Americana como entrenadora del VIH/Sida, en el Miami-Dade County Health Department, y el Hospital Jackson Memorial, de la Universidad de Miami dando clases educacionales ,se ha desempeñado como educadora proporcionando difusión, formación, educación, y las pruebas para el VIH a miles de personas, trabaja con el Laboratorio Glead dando clases a pacientes que empiezan en terapia de medicina, es oradora publica en escuelas , universidades y conferencias.. Además de apoyar a mis comunidades del sur de la Florida… María  usa las redes sociales para ayudar con los conceptos erróneos relacionados con las vías de transmisión del virus, así como combatir la ignorancia, el odio y la intolerancia el estigma mostrando su CARA en todas partes. También tiene innumerables videos de ayuda en Youtube… ¡Ella es María Mejía!


Mónica es una mujer muy atractiva, de buena vibra, tiene esas sonrisas que nunca olvidas… muy franca.
Cuando la conocí, fue por esas cosas del destino, teníamos un amigo en común, un tipo bipolar que nos complicaba con su  forma de ser, un día era un encanto y al día siguiente era un bicho hermético, arisco y poco amable.
Mónica era amigable, tenía poco tiempo de haber recibido su diagnostico, cuando su hermana le dio la noticia, ella no podía creerlo: SIDA ¿YO? No, eso no puede ser, eso es para malvivientes, drogadictos, gente pobre, no para alguien como yo, pensó.
Ella había estado enferma un mes, por eso le pidió a su hermana que le hiciese esos análisis, sin pensar en lo que pasaría… su mundo se caía a pedazos.
Ella vivía en una familia muy conservadora, ¿cómo le explicaría al resto de su familia?
Cuando le explicaron que faltaban algunos análisis complementarios para confirmar si ella tenía realmente VIH, ella rogo que sean de algún desafortunado mortal… del que sea…menos de ella…
Pero la verdad era inminente… Por más que ella se negara a creerlo, como muchos… Ella era portadora, Mónica describe esos momentos con estas palabras:
“Parecía como si, de repente volviera a ser una niñita despertando asustada por los mounstruos de sus pesadillas, con la diferencia de que ahora “el moustruo” habitaba dentro de mí.  Ahí estaba….amenazante, adueñándose de mi cuerpo y de mi mente, como el más inesperado y aterrador de los visitantes”
Para Mónica se le había acabado la vida, en ese momento se le estaba dictando la sentencia de muerte… una muerte llena de vergüenza… Porque tengo que tener Vih yo… porque... Se repetía con una tristeza que le perforaba el corazón…
Hablaba con su hermana, la cual se había convertido en su confidente, era la única persona con la que podía hablar, llorar…
De pronto, decidió buscar ayuda, no iba a dejarse morir, necesitaba información, conocer otras personas como ella, saber que no era la única en el mundo.
Mónica busco ayuda en asociaciones, más que nada información, era lo que necesitaba urgentemente, un aliento de vida, una señal que le diga que no iba a morir mañana, que no había recibido una sentencia de muerte… hizo muchos amigos en la red, mucha gente que le enseño que si se podía vivir con VIh, que había una diferencia entre tener VIH y tener Sida, y poco a poco fue llenándose de esperanza y fé.
Un día cuando ella se hallaba en México, lugar hasta donde fue a conocer amigos que vivían con VIh, solo para reconocerse entre ellos, porque quería saber cómo lo asumían otras personas con su enfermedad, entrando al chat en su hotel conoció a Miguel… un muchacho también seropositivo, guapísimo que cambio su vida… que llego en el momento justo y exacto, cuando ella mas necesitaba información, protección y compañía.
Los primeros días hablaban de cd4, cargas virales, infecciones oportunistas… poco a poco esas conversaciones iban tornándose más cálidas…
No les bastaba estar amándose en una pantalla, frente a un teclado, tenían que verse personalmente, saber si todos esos sentimientos eran reales. Y se vieron… y puedo dar fe que Mónica y Miguel, son hechos de la misma madera, alguna vez he pensado que Dios los creo y los dejo andar por el mundo para luego juntarlos, son tal para cual… lindos los dos, buenos los dos.
Después de varios viajes… ella al país de Miguel… Miguel al país de Mónica, decidieron estar juntos para siempre.
Todos sus amigos vivimos ese romance, la ansiedad del día del viaje de Mónica, que tenía que vencer sus miedos, los reproches de su familia, dejar su vida… para empezar una historia nueva… con su compañero, alguien como ella… que entendía sus temores y sus miedos, y los transformaba en alegrías.
Llego el día en que ella se fue… recuerdo que todos nos preocupamos porque no se comunico cuando llego, todos esperábamos ansiosos que nos cuente… a los pocos días nos escribieron…
Mónica y Miguel son muy felices… el amor logro vencer la distancia y los miedos… supero el VIH para ser feliz
Mónica…todos queremos que seas muy feliz… Miguel… tienes a una gran mujer a tu lado… Cuídala porque no solo es mi amiga… es una de las mejores personas que conozco.
¡Que sean muy felices!
Marquitos.
Cuando el médico me dijo que tenía sida (VHI positivo) mi madre estaba conmigo; salimos a la calle y nos sentamos, flipados, en la puerta del ambulatorio. Yo pensando: «cuándo esté solo me quito de en medio» y mi madre a su vez diciéndome: «Marcos hay que seguir adelante». La apuesta materna pudo más. Para Marcos Torres Chocho ha sido muy duro llegar hasta aquí; salir de los pantanos de una mala vida que sortea desde los catorce años. Vivir en el infierno define con acierto su existencia. Hoy tiene 39 años y hace nueve conoce que sufre Sida: «Pienso que me contagié en el Parque de Santa Catalina donde fui chapero para poder comprar drogas aunque yo no supe que estaba enfermo hasta el año 2001. ¿Qué si habré contagiado a alguien?, no sé, la verdad…Todo era muy loco. Las pensiones de la zona las visité mucho…».

Conozco pocas personas, diría que nadie tan joven, que haya vivido la vida tan al límite que ha vivido Marcos quien hoy decide contar su nada ejemplar trayectoria por la necesidad de vomitar, de estar limpio «de drogas y de recuerdos», reconoce. Marcos como tantos otros muchachos de su edad era un chico tranquilo, amante del fútbol, feliz con su bici y su familia hasta que junto con 14 amigos del barrio -de esa pandilla casi todos cayeron- inició una caída en picado que el sitúa en los 13 o 14 años en un popular callejón de su barrio, Las Torres, en uno de cuyos bloques se reunían para consumir, primero cannabis, más tarde pastillas, luego ácidos y finalmente cocaína, crack y heroína. «¿Recuerdas el boom de la heroína?, pues de esa época estamos hablando, en los años ochenta». No pierdan de vista que solo entre trece y catorce años. Un niño.
Prostitución callejera. Marcos recuerda «aquella tarde maldita», es decir el día que uno de sus colegas de «fumada» le invitó a probar heroína como la desgracia de su vida. Esa tarde la vorágine de drogas - «recuerdo como si lo viera la gota de heroína consumiéndose en la platina…»- llevó a Marcos a una andadura trágica y solitaria a lo largo de nada menos que quince años; desde ejercer la prostitución callejera «para buscarme la vida y comprar la dosis diarias» a entrar en una extraña sociedad con tres prostitutas colombianas en Las Palmas que le pagaban 30 euros por servicio. «Ellas ponían la casa y yo contactaba con mis clientes con el móvil. Puse hasta un anuncio en las páginas de contactos ofreciendo los servicios y aquello funcionó pero desde que los clientes me pagaban salía a comprar heroína y otra vez al rollo…fueron unos años tan duros, tan duros que a veces no entiendo cómo estoy vivo, no lo entiendo…». Lo está y poco a poco sacando la cabeza. A su favor hay que decir que Marcos jamás ha estado en la cárcel, jamás ha robado y jamás ha metido en líos a nadie: «El único que se metía era yo que me estaba matando. Cuando me llamaron al cuartel fui enganchado y mis padres no sabían nada. Mis hermanos me llevaban «algo» y así iba tirando, pero fue lo peor de lo peor…».

Además de sida Marcos lucha contra otra grave enfermedad oncológica que va superando poco a poco y que le ha convertido en una persona comprensiva e insegura, pero dispuesta a luchar para que «ni un pibe más se meta donde yo me metí». El alcohol le acompañó en mil noches de locura y hoy el hígado pide ayuda.

Impresiona su relato porque hablamos de un hombre de 39 años que a los 14 su subió atolondrado a un mundo que se lo ha tragado poco a poco y contra el que se rebela y, a su vez, alerta. Los datos respecto a los etapas de su loca carrera se atropellan para vamos a situar las fechas; Marcos se inició en las drogas con 14 años y en eso estuvo hasta ejercer la prostitución; cuando le llamaron para hacer el servicio militar acude enganchado y enganchado sale. Cuando termina regresa a Las Palmas desde Tenerife y se ve de nuevo la calle; otra vez recurre a la prostitución porque la adicción no perdona; un familiar también heroinómano le ayuda pero sabido es que para la malvada heroína todo es poco. Serios problemas de salud le aconsejan bajar el listón de su disparate y Marcos timonea su mala vida hasta que su salud se agrava y debe ingresar en un hospital. El hígado hace agua. Es partir de ahí cuando decide llevar una actividad más normalizada; lucha contra su adición hasta que ¡plas !, el Sida, toca en la puerta y con él una depresión que le desnorta la vida y le mete en una habitación durante dos años.

A todas estas no hemos dicho que las drogas ejercían en Marcos un efecto «milagroso»: a él, que siempre fue un muchacho tímido desde que estudiaba en el C.P. Extremadura, fumar heroína le ponía alas, se comía el mundo…
Tras dos años limpios "me cae el sida".  «Mi vida ha sido un infierno. La puta droga nos acechaba a todos: pertenezco a una generación que se metió en lo peor sin saber qué era, jugando, de noveleros y mira… Así fuimos cayendo como moscas. En mi barrio de Las Torres la droga en los años ochenta era un pasada. Había en cada esquina. Nosotros, mis amigos y tal, nunca pensamos que los hermanos mayores o los amigos de más edad se iban a meter en esa mierda y resulta que algunos acabaron hasta vendiendo…A mí me ha pasado de todo en estos quince años y aquí me tienes tratando de que el cáncer que también tengo porque he fumado de todo, me permita vivir decentemente. A veces pienso que me muero y me asusto pero otras, me pregunto si eso no sería lo mejor... No sé. Mi madre, mi padre y mis hermanos no se merecen eso, digo luego. Han estado conmigo, con mis malos rollos y mis buenos rollos siempre y ahora tengo que estar con ellos». Mira, cuando yo dejé la droga, que lo hice «a pulso» en mi casa, fue un infierno. Los médicos me mandaban pastillas y…¡uf!. No quería salir a la calle por no pasar por los bloques donde sabía que estaban los de la pandilla y a lo mejor caía otra vez. Qué va, qué va. Mis padres me han ayudado un montón porque me pagaron hasta un psiquiatra privado por eso cuando pienso en aquella época, es que me da hasta frío. ¿Quién me iba a decir a mí que después de estar «limpio» un fleje de años un análisis rutinario me iba a decir que tenía Sida…?, eso es fuerte, ¿no?. Dos años después de dejar la mierda/droga me cae este marrón del sida…». Marcos ha vivido tanto la calle durante una época en la que esta ciudad era un hervidero de locas carreras que es capaz de dar detalles no solo de quienes vendían sino de quienes eran sus clientes más generosos y exigentes.

El muchacho de esta historia se define como un «pibe tranquilo buena gente» que si no fuera por la droga tendría su carrera, su vida, sus estudios y su salud intacta. «Pero aquella tarde de hace unos veinte años en el callejón del barrio se me torció la vida». Termina con palabras de cariño hacia su sobrino Alejandro de nueve años al que cada mañana lleva hasta el micro escolar. «Es el amor de mi vida y que nadie lo toque. Le hablo de los peligros de la vida, de lo mal que me ha ido y que debe tener cuidado con las cosas. Eso. Mucho cuidado».
Hoy ayuda a otros enfermos.  Rita Almeida, Presidenta de Amigos Contra el Sida conoce bien a Marcos de manera que un día le repescó para qué las horas muertas de su enfermedad las empleara en ayudar a los afectados de forma que el bueno de Marcos cada día le dedica cinco horas a esa ONG que cuenta con muchas simpatías, pocas ayudas y mucho trabajo. Marcos estos días está feliz porque le han aprobado una pensión de por vida en base a su estado de salud. El conoce la organización desde hace nueve años y la cuida como algo suya: Pide que hagamos público el teléfono de Amigos Contra el Sida (928 23 00 85) porque «un teléfono y una mano tendida, siempre ayuda. A mí me ayudó un montón». Marcos fue primero, usuario, luego socio y ahora ostenta un cargo directivo.
Lo que la ciudad esconde.  Cada uno de los episodios que cuenta Marcos lo acredita con documentos. Desde adolescente ha vivido en el filo la navaja; lo que relata es tan duro que si un guionista se pone a tiro, ahí tiene una gran historia de marginalidad. Mi amigo Marcos es producto de una adolescencia ignorante, una juventud loca, de pandilleros de barrio a quienes finalmente la vida misma le ha parado las patas. Menudo y valiente. Una mañana de estas se vació contando su vida que espero –esperamos los dos- sirva para que otros muchachos no sigan su camino. La ciudad esconde muchas historias y algunas conocemos pero la vida de Marcos, su trajín y el saldo final impresiona e invita a la reflexión.

TRATAMIENTO VIH

Tratamiento del VIH

Tratamiento para la infección por el VIH: Conceptos básicos

(Actualizado 5/26/2015; Última revisión 5/26/2015)
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Puntos importantes

  • El tratamiento antirretroviral (TAR) consiste en el uso de medicamentos contra el VIH para tratar dicha infección. Las personas que reciben TAR toman una combinación de medicamentos contra el VIH (conocida como régimen de tratamiento de la infección por el VIH). 
  • El TAR se recomienda para todas las personas con el VIH. Dicho tratamiento no cura el VIH, pero los medicamentos contra el VIH pueden ayudar a las personas que lo tienen a vivir una vida más larga y sana. El TAR también reduce el riesgo de la transmisión del VIH.
  • Los posibles riesgos del TAR incluyen los efectos secundarios indeseados de los medicamentos contra el VIH y las interacciones medicamentosas de este tipo de productos con otros que la persona tome. El incumplimiento –no tomar los medicamentos contra el VIH todos los días y exactamente como fueron recetados– puede causar resistencia al medicamento (farmacorresistencia) y el fracaso del tratamiento.

¿En qué consiste el tratamiento antirretroviral?

El tratamiento antirretroviral (TAR) consiste en el uso de medicamentos contra el VIH para tratar dicha infección. Las personas que reciben TAR toman una combinación de medicamentos contra el VIH (que se conoce como régimen contra el VIH ) todos los días. A todas las personas infectadas con el VIH se les recomienda el TAR.

El TAR no cura el VIH, pero los medicamentos contra el VIH ayudan a las personas que lo tienen a llevar una vida más larga y sana. El TAR reduce también el riesgo de transmisión del VIH.

¿Cómo funcionan los medicamentos contra el VIH?

El VIH ataca y destruye una clase de glóbulos blancos (linfocitos CD4) que combate la infección del sistema inmunitario. La pérdida de linfocitos CD4 le dificulta al organismo combatir las infecciones y ciertos tipos de cáncer relacionados con el VIH.

Los medicamentos contra el VIH impiden que el virus se reproduzca (se replique), lo que reduce la concentración del VIH en el organismo. Al tener menos concentración del VIH en el organismo el sistema inmunitario tiene más posibilidad de recuperarse. Aun cuando quede todavía algo del VIH en el organismo, el sistema inmunitario está lo suficientemente fuerte como para combatir las infecciones y ciertos tipos de cáncer relacionados con el VIH.

Los medicamentos contra el VIH reducen también el riesgo de transmisión del VIH al disminuir la concentración del VIH en el organismo.

¿Cuándo es hora de empezar un tratamiento con medicamentos contra el VIH?

La hora de empezar el TAR depende de las necesidades propias de la persona. Los factores que influyen en la decisión de empezar el TAR incluyen:
  • El estado general de salud de la persona con el VIH, incluso cualquier otra afección clínica o enfermedad relacionada con el VIH que la persona pueda tener.
  • El recuento de linfocitos CD4. Un descenso (disminución) en el recuento de linfocitos CD4 de una persona indica que el VIH está avanzando y destruyendo el sistema inmunitario. La pérdida de linfocitos CD4 le dificulta al organismo combatir las infecciones y ciertos tipos de cáncer relacionados con el VIH.
  • La disposición de la persona para comenzar tratamiento de por vida con medicamentos contra el VIH.

¿Qué medicamentos contra el VIH están incluidos en un régimen para el tratamiento de la infección por el VIH?

Hay muchos medicamentos contra el VIH disponibles para armar un régimen para el tratamiento del VIH. Los medicamentos contra el VIH están agrupados en seis clases de medicamentos dependiendo de cómo combaten dicha infección. El régimen de tratamiento inicial para el VIH por lo general incluye tres o más medicamentos contra el VIH de por lo menos dos clases diferentes de medicamentos para tratar el VIH.

La selección de un régimen para el tratamiento del VIH depende de varios factores, incluso los posibles efectos secundarios de los medicamentos contra el VIH y las posibles interacciones medicamentosas entre los medicamentos. Debido a que las necesidades de las personas con el VIH varían, hay varios regímenes de tratamiento del VIH para escoger.

¿Cuáles son los riesgos de tomar medicamentos contra el VIH?

Los posibles riesgos del TAR incluyen los efectos secundarios de los medicamentos contra el VIH y las interacciones medicamentosas de este tipo de productos con otros que la persona tome. La inobservancia del tratamiento (el incumplimiento) —no tomar los medicamentos contra el VIH todos los días y exactamente como fueron recetados— aumenta el riesgo de resistencia al medicamento y fracaso del tratamiento.

Efectos secundarios
Los efectos secundarios de los medicamentos contra el VIH pueden variar dependiendo del medicamento y de la persona que lo toma. Dos personas tomando el mismo medicamento contra el VIH pueden tener efectos secundarios muy diferentes. Algunos efectos secundarios, como por ejemplo dolor de cabeza o mareo ocasional, tal vez no sean graves. Otros efectos secundarios, como inflamación de la boca y la lengua o lesión del hígado, pueden ser potencialmente mortales.

Interacciones medicamentosas 
En un régimen para el tratamiento de la infección por el VIH, los medicamentos contra el VIH pueden interactuar con otros medicamentos del mismo tipo. Pueden además interactuar con otros medicamentos que la persona con el VIH esté tomando. Una interacción medicamentosa puede reducir o aumentar el efecto del medicamento sobre el organismo. Las interacciones medicamentosas pueden también causar efectos secundarios indeseados.

Resistencia a los medicamentos
Cuando el VIH se reproduce en el organismo, sufre algunas veces una mutación y cambia de forma. Las variaciones del VIH que aparecen mientras la persona toma medicamentos contra el VIH pueden producir cepas del virus resistentes al medicamento. Los medicamentos contra el VIH que previamente controlaban el VIH de una persona no son eficaces contra el nuevo VIH resistente al medicamento. En otras palabras, el VIH de la persona continúa reproduciéndose.

El incumplimiento de un régimen para el tratamiento de la infección por el VIH aumenta el riesgo de resistencia al medicamento y fracaso del tratamiento.

¿Cómo puedo obtener más información acerca de TAR?

Para aprender más acerca de TAR, lea las hojas informativas en la serie sobre el tratamiento para la infección por el VIH de infoSIDA. Los temas cubiertos en la serie incluyen cuándo empezar el TAR, regímenes de tratamiento para el VIH recomendados, efectos secundarios de los medicamentos contra el VIH, resistencia al medicamento y observancia del régimen de tratamiento de la infección por el VIH.

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Introducción

VIH es la sigla del virus de inmunodeficiencia humana. El VIH es un virus que mata o daña las células del sistema inmunitario del organismo. SIDA es la sigla del síndrome de inmunodeficiencia adquirida. Es el estadio más avanzado de esta infección.
El VIH suele contagiarse a través de las relaciones sexuales sin protección con una persona infectada. El SIDA también puede contagiarse por compartir agujas con drogas o mediante el contacto con la sangre de una persona infectada. Las mujeres pueden transmitírselo a sus bebés durante el embarazo o el parto.
Los primeros signos de infección con VIH pueden ser inflamación de los ganglios y síntomas gripales. Los mismos pueden presentarse y desaparecer un mes o dos después de la infección. Los síntomas graves pueden no aparecer hasta pasados meses o años.
Con un análisis de sangre se puede saber si una persona tiene una infección por VIH. El profesional de la salud puede realizar la prueba o llamar para una derivación a la línea nacional 1-800-CDC-INFO (en español y en inglés, las 24 horas del día, 1-800-232-4636; 1-888-232-6348 - TTY).
No existe una cura, pero hay muchas medicinas para combatir la infección por VIH y las infecciones y cánceres que la acompañan. Las personas pueden vivir con la enfermedad por muchos años.

Signos y síntomas

Los síntomas de la infección por el VIH varían en función del estadio en que se encuentre. Aunque en la mayoría de los casos el pico de infectividad se alcanza en los primeros meses, muchas veces el sujeto ignora que es portador hasta que alcanza fases más avanzadas. En las primeras semanas que siguen al contagio, las personas a veces no manifiestan ningún síntoma, y otras presentan una afección de tipo gripal, con fiebre, cefalea, erupción o dolor de garganta.
A medida que la infección va debilitando su sistema inmunitario, el sujeto puede presentar otros signos y síntomas, como inflamación de los ganglios linfáticos, pérdida de peso, fiebre, diarrea y tos. En ausencia de tratamiento podrían aparecer también enfermedades graves como tuberculosis, meningitis por criptococos o diversos tipos de cáncer, por ejemplo linfomas o sarcoma de Kaposi, entre otros.

Transmisión

El VIH se puede transmitir por el contacto con diversos líquidos corporales de personas infectadas, como la sangre, la leche materna, el semen o las secreciones vaginales. No es posible contagiarse a resultas de contactos de tipo corriente y cotidiano como puedan ser los besos, abrazos o apretones de manos o por el hecho de compartir objetos personales, alimentos o bebidas.

Factores de riesgo

Hay ciertos comportamientos y afecciones que incrementan el riesgo de que una persona contraiga el VIH, entre ellos:
  • practicar coito anal o vaginal sin protección;
  • padecer alguna otra infección de transmisión sexual como sífilis, herpes, clamidiasis, gonorrea o vaginosis bacteriana;
  • compartir agujas o jeringuillas contaminadas, soluciones de droga u otro material infeccioso para consumir drogas inyectables;
  • recibir inyecciones o transfusiones sanguíneas sin garantías de seguridad o ser objeto de procedimientos médicos que entrañen corte o perforación con instrumental no esterilizado;
  • pincharse accidentalmente con una aguja infectada, lesión que afecta en particular al personal sanitario.

Diagnóstico

Las pruebas serológicas, como las pruebas diagnósticas rápidas o las pruebas inmunoenzimáticas, detectan la presencia o ausencia de anticuerpos contra el VIH1/2 y/o el antígeno p24 del virus. Cuando estas pruebas se utilizan en el contexto de una estrategia acorde con un algoritmo validado, es posible detectar la infección por el VIH con gran exactitud. Es importante saber que las pruebas serológicas detectan anticuerpos producidos por su sistema inmunitario, y no en la detección directa del VIH en sí mismo.
La mayoría de las personas crean anticuerpos contra el VIH1/2 en un plazo de 28 días, por lo que los anticuerpos pueden no ser detectables poco después de la infección. Esta fase inicial de la infección es la de mayor infectividad; no obstante, la transmisión del VIH puede tener lugar en todos los estadios de la infección.
Las prácticas óptimas aconsejan repetir las pruebas en todas las personas diagnosticadas como VIH-positivas antes de que empiecen a recibir atención o tratamiento, a fin de descartar posibles errores de las pruebas o de la notificación.

Asesoramiento y pruebas de detección

Las pruebas de detección han de ser voluntarias: se debe reconocer el derecho de las personas a declinar someterse a ellas. La realización de pruebas obligatorias o bajo coacción, ya sea por parte de un profesional sanitario, una autoridad, la pareja sexual o un miembro de la familia, es inaceptable pues es contraria a la buena práctica de la salud pública y constituye una violación de los derechos humanos.
Algunos países han introducido como alternativa las pruebas realizadas por el propio paciente, o están pensando hacerlo. Con estas pruebas, la persona que quiere conocer su estado recoge la muestra, realiza la prueba e interpreta sus resultados en privado. Las pruebas realizadas por el propio paciente no ofrecen un diagnóstico definitivo, sino que requieren nuevas pruebas realizadas por un profesional sanitario siguiendo un algoritmo nacional validado.
Todos los servicios de asesoramiento y pruebas de detección deben regirse por los cinco principios fundamentales recomendados a este respecto por la OMS: consentimiento informado, confidencialidad, facilitación de orientación (o asesoramiento), garantía de que los resultados de la prueba son correctos, y vinculación con la asistencia, el tratamiento y otros servicios.

Prevención

Las personas pueden reducir el riesgo de infección por el VIH limitando su exposición a los factores de riesgo. Los principales métodos para prevenir el contagio, a menudo utilizados de manera combinada, incluyen los que siguen:

1. Uso de preservativos masculinos o femeninos

El uso correcto y sistemático de preservativos masculinos y femeninos durante la penetración vaginal o anal puede proteger contra la propagación de enfermedades de transmisión sexual, entre ellas la infección por el VIH. Los datos demuestran que los preservativos masculinos de látex tienen un efecto protector del 85% o más contra la transmisión del VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS).

2. Pruebas de detección y asesoramiento en relación con el VIH y las ITS

La realización de pruebas de detección del VIH y otras ITS está altamente recomendada para todas las personas expuestas a cualquiera de los factores de riesgo, de modo que puedan conocer su estado y, llegado el caso, acceder sin demora a los oportunos servicios de prevención y tratamiento. La OMS también recomienda ofrecer pruebas de detección para el/la compañero/a sexual o para parejas.
La tuberculosis es la enfermedad de presentación más frecuente en personas con VIH. Si no se detecta o no se trata es mortal, y constituye la principal causa de muerte en personas con VIH (aproximadamente una cuarta parte de las muertes asociadas al VIH). La detección precoz de la tuberculosis y la instauración rápida de tratamientos antituberculosos y antirretrovíricos pueden evitar esas muertes. Es muy recomendable que los servicios de asesoramiento y pruebas de detección integren del cribado de la tuberculosis y que todas las personas diagnosticadas de VIH y tuberculosis activa inicien urgentemente un tratamiento antirretrovírico.

3. Circuncisión masculina voluntaria practicada por personal médico

La circuncisión masculina, cuando corre a cargo de personal sanitario cualificado, reduce en aproximadamente un 60% el riesgo de que un hombre resulte infectado por el VIH al mantener relaciones sexuales heterosexuales. Se trata de una intervención fundamental en contextos de epidemia generalizada con alta prevalencia del VIH e índices bajos de circuncisión masculina.

4. Prevención basada en el uso de antirretrovíricos

4.1 Uso del tratamiento antirretrovírico como método de prevención
Según ha confirmado un ensayo de 2011, cuando una persona VIH-positiva sigue un régimen terapéutico eficaz con antirretrovíricos, el riesgo de que transmita el virus a una pareja sexual no infectada se puede reducir en un 96%. La recomendación que hace la OMS de iniciar un tratamiento antirretrovírico en todas las personas con VIH contribuirá de forma significativa a reducir la transmisión del virus.
4.2 Profilaxis preexposición para la pareja VIH-negativa
La profilaxis oral del VIH antes de la exposición consiste en la administración diaria de antirretrovíricos a personas no infectadas a fin de bloquear la adquisición del virus. Más de 10 estudios aleatorizados y controlados han demostrado la efectividad de la profilaxis preexposición para reducir la transmisión del virus en diferentes poblaciones, como las parejas heterosexuales serodiscordantes (es decir un miembro de la pareja infectado y el otro no), los hombres con relaciones homosexuales, las mujeres transgénero, las parejas heterosexuales de alto riesgo o los consumidores de drogas inyectables.
En septiembre de 2015 la OMS publicó el documento titulado Directrices sobre cuándo iniciar el tratamiento antirretrovírico y sobre la profilaxis del VIH antes de la exposición, en el que recomienda la profilaxis antes de la exposición como opción preventiva para las personas con un riesgo considerable de infección por el VIH.
4.3 Profilaxis postexposición al VIH
La profilaxis postexposición consiste en tomar antirretrovíricos, dentro de las 72 horas siguientes a la exposición al VIH para prevenir la infección. La profilaxis postexposición incluye servicios de asesoramiento, primeros auxilios, pruebas de detección del VIH y la administración de terapia antirretrovírica durante 28 días junto con atención complementaria.
Las directrices actualizadas de la OMS publicadas en diciembre de 2014 recomiendan la profilaxis tras las exposiciones laborales y no laborales en adultos y niños. Las nuevas recomendaciones ofrecen pautas más simples basadas en antirretrovíricos ya utilizados en el tratamiento. La aplicación de las nuevas directrices facilitará la prescripción, mejorará la observancia y aumentará las tasas de compleción de la profilaxis posposición para prevenir la infección por el VIH en personas expuestas accidentalmente, como los profesionales sanitarios, quienes tienen relaciones sexuales sin protección o las víctimas de abusos sexuales.

5. Reducción de daños en los consumidores de drogas inyectables

Las personas que se inyectan drogas pueden protegerse de la infección por el VIH utilizando material estéril, en particular agujas y jeringuillas, para cada inyección. Los paquetes integrales de medidas de prevención y tratamiento de la infección por el VIH, incluyen los componentes siguientes:
  • programas sobre las agujas y jeringuillas;
  • tratamiento de sustitución de opiáceos para los consumidores de drogas y otras intervenciones de tratamiento de la drogodependencia basadas en criterios científicos;
  • asesoramiento y pruebas de detección del VIH;
  • tratamiento contra el VIH y atención a los infectados;
  • acceso a preservativos; y
  • tratamiento de las ITS, la tuberculosis y la hepatitis vírica.

6. Eliminación de la transmisión del VIH de la madre al niño

La transmisión del VIH de una madre seropositiva a su hijo durante el embarazo, el trabajo de parto, el alumbramiento o el amamantamiento se denomina transmisión vertical o maternoinfantil. En ausencia de cualquier tipo de intervención durante estas etapas, las tasas de transmisión oscilan entre un 15% y un 45%. Es posible prevenir casi totalmente esta clase de transmisión administrando antirretrovíricos tanto a la madre como al niño, y ello en todas las etapas en que pudiera producirse la infección.
La OMS recomienda una serie de medidas de prevención de la transmisión vertical, que incluyen la administración, tanto a la madre como a su hijo, de antirretrovíricos durante el embarazo, el parto y el puerperio o, en la mujer embarazada seropositiva, incluso de por vida, con independencia de su recuento de células CD4.
En 2014, el 73% [68-79%] de las aproximadamente 1,5 [1,3-1,6] millones de embarazadas infectadas por el VIH en todo el mundo recibieron antirretrovíricos eficaces para evitar la transmisión a sus hijos.

Tratamiento

El VIH se puede combatir mediante una politerapia que comprenda tres o más antirretrovíricos. Aunque no cura la infección por VIH, este tipo de tratamiento controla la replicación del virus dentro del organismo del sujeto y contribuye a fortalecer su sistema inmunitario, restableciendo así su capacidad para combatir infecciones.
En 2015 la OMS publicó el documento titulado Directrices sobre cuándo iniciar el tratamiento antirretrovírico y sobre la profilaxis del VIH antes de la exposición, en el que recomienda que, una vez diagnosticada, toda persona infectada por el VIH inicie el tratamiento antirretrovírico lo antes posible.
A mediados de 2015, en el mundo había 15,8 millones de personas con VIH que estaban recibiendo tratamiento antirretrovírico. A finales de 2014, el 40% [37–45%] de la totalidad de las personas con VIH estaban en tratamiento antirretrovírico.
Las nuevas recomendaciones de la OMS —tratar a todas las personas con VIH y ofrecer antirretrovíricos como alternativa preventiva adicional a las personas con un riesgo considerable— incrementará de 28 a 37 millones el número de candidatos al tratamiento antirretrovírico. La ampliación del acceso al tratamiento está en el centro de una nueva serie de metas para 2020 que tienen por objetivo acabar con la epidemia de sida en 2030.

Respuesta de la OMS

La OMS está colaborando con los países en la aplicación de la Estrategia Mundial del Sector de la Salud para el VIH/sida 2011-2015. Para 2014-2015, la Organización ha identificado seis objetivos operacionales para ayudar de forma más eficiente a los países a avanzar hacia la consecución de las metas mundiales relativas al VIH.
  • uso estratégico de los antirretrovíricos en el tratamiento y la prevención del VIH;
  • eliminación del VIH en los niños y ampliación del acceso al tratamiento pediátrico;
  • mejoramiento de la respuesta del sector de la salud al VIH en poblaciones clave;
  • mayor innovación en la prevención, diagnóstico, tratamiento y atención al VIH;
  • información estratégica para una expansión efectiva;
  • vinculación más estrecha entre el VIH y resultados sanitarios conexos.
La OMS está trabajando en la elaboración de una nueva estrategia mundial para la respuesta del sector de la salud al VIH, 2016-2021.
La OMS es uno de los copatrocinadores del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA), en el que lidera las actividades relacionadas con el tratamiento del VIH y la atención a los afectados y con la coinfección por el VIH y la tuberculosis, además de coordinar junto con el UNICEF la labor destinada a eliminar la transmisión maternoinfantil del virus.